En la exploración del mundo gastronómico, a veces descubres lugares de barrio, escondidos, desconocidos y poco frecuentados en los que un plato te transporta al mejor recuerdo experimentado del mismo. Es el caso del Mirador de Palma, en el madrileño barrio de la Alameda de Osuna, donde he probado una de las mejores orejas a la plancha que mi memoria alcanza.
Preparación excelente, limpia de grasa, bien troceada, y en punto óptimo de plancha. Una auténtica delicia para aquellos que no hacemos ascos al pabellón auditivo de los gorrinos, y disfrutamos “comiéndonos la oreja”. 😉
Mi curiosidad me ha llevado a preguntar por la marca del fabricante, y es la de industrias cárnicas VIGOGER. 10/10.
