Singha: El Rugido Dorado de Tailandia en tu vaso

Tailandia se ha convertido es uno de los destinos turísticos más cotizados del mundo, y no sólo por sus paisajes, playas y cultura.

La gastronomía tailandesa es famosa mundialmente por sus sabores vibrantes y especiados, que debido al calor y humedad del ambiente suelen “bañarse” con una bebida que acompaña perfectamente con los platos nacionales.

Hablamos de ¡Singha! Una cerveza que no es solo una bebida, es un símbolo nacional, y que encuentras en cualquier rincón del país, desde sus  paradisíacas playas, hasta cualquier puesto de comida callejera del bullicioso Bangkok.

¿De dónde viene este «León» tan refrescante?

La historia de Singha es como una buena aventura. Nació allá por 1933, de la mano de Phraya Bhirom Bhakdi, un visionario que decidió que Tailandia merecía tener su propia cerveza de calidad. Fundó la Boon Rawd Brewery, que a día de hoy sigue siendo una de las cervecerías más importantes del país.

El nombre «Singha» no es casualidad. Viene del sánscrito y significa «león». Pero no un león cualquiera, sino un león mítico y poderoso, una especie de criatura legendaria que aparece en la mitología tailandesa y se asocia con la fuerza, la nobleza y la buena fortuna. Por eso verás su imagen majestuosa en cada botella. Es como si te estuviera diciendo: «¡Esta cerveza es robusta y te dará energía!» (o al menos, te refrescará un montón).

¿A qué sabe Singha? ¡Una cata para «dummies»!

Cuando te sirves una Singha, lo primero que notarás es su color dorado, brillante y cristalino. Parece que el sol de Tailandia se ha quedado atrapado en el vaso. La espuma suele ser blanca y no excesivamente abundante, pero cumple su función de mantener los aromas.

En nariz, se percibe un aroma fresco y limpio. Es sutil, con toques que recuerdan un poco al cereal, a la malta, y un ligero toque floral o herbal que le da un punto interesante. No es una cerveza que te abrume con olores potentes, sino que te invita a dar el primer sorbo.

Singha es una cerveza de tipo lagerligera y refrescante. No esperes sabores muy intensos o amargos. Al principio, sentirás un dulzor suave de la malta, seguido de un amargor equilibrado y moderado que te deja una sensación agradable y limpia en la boca. No es de esas cervezas que te dejan la lengua áspera, todo lo contrario.

Lo que realmente la hace destacar es su cuerpo ligero-medio y su gran facilidad para beber. Entra suave, se siente bien en el paladar y se desliza con ligereza. Es la cerveza perfecta para acompañar platos picantes o muy especiados, ya que su frescura ayuda a contrarrestar el ardor, o simplemente para disfrutarla bien fría en un día caluroso.

En resumen, Singha es como ese amigo amable y fiable que siempre está ahí para refrescarte. Una cerveza sin complicaciones, hecha para disfrutar, y que te acerca un pedacito de Tailandia con cada trago. ¡Así que la próxima vez que la veas, no dudes en darle una oportunidad!

¿Quieres disfrutar de esta cerveza  y experimentar tu propia Cata?

Aquí te dejo un enlace donde poder encontrarla: Comprar Cerveza Singha 330 ml https://japofoodie.com/producto/cerveza-singha-330-ml/

Written by
No hay cometarios

DEJA UN COMENTARIO