Acudimos a la Escuela de hostelería en la que se presenta un evento sobre la V Gama, desde distintas ópticas: la de Dapsa como fabricante, Miguel del Restaurante Eiffel, como profesional de la hostelería y la nuestra propia con una visión del consumidor. Cerca de 20 personas preguntan, debaten y disfrutan de unas elaboraciones, que en la cocina tradicional tendrían unos largos preparativos en tiempo, y que Miguel prepara en un “pis-pas”. La conclusión final es que la quinta gama no tiene por qué ser sinónimo de baja calidad, y que puede convivir, y debe, con la alta gastronomía y cocina de tradicional.
Las alubias con morritos picantones, Callos a la madrileña, carrilleras de vacuno y rabo de toro estofado de Dapsa dan fe de ello, y sorprenden a paladares muy profesionales y exigentes.