Desde el Maresme barcelonés, nos llegan estos 3 ejemplares de cervezas artesanas Balate, que vamos a probar.
Balate proviene del nombre que le daban en los antiguos territorios del Reino de Granada, a los muros de contención de piedras, colocadas unas sobre otras y para denominar el borde exterior de las acequias por donde se conducía el agua para el cultivo.
Una presentación muy cuidada, con un diseño vanguardista y una botella de vidrio de 75 cl. en la que se presentan 3 variedades, que han sido bautizadas con nombres de sendos ríos:
Nil, por el Nilo, cuna de civilizaciones y muy probablemente, fuente de agua que vio nacer a la primera cerveza elaborada por el hombre. Darro, por el río de Granada, origen de donde toma el nombre la marca, y Ter porque es el “proveedor oficial” del agua de Balate.
LA CATA – Ter
Desde la marca nos han recomendado ir de menos a más. De la más suave a la más robusta, por ello empezamos con la variedad Ter, que se presenta con un color amarillo ténue, ligeramente pálida y nebulosa al trasluz. Armonizada con mezclas de trigo y cebada, su espuma es muy abundante y persistente.
Aromas sencillos, con toques de plátano, y ligero sabor a lúpulo y miel tostada. Un ligero amargor nos deja buen paladar.
Se recomienda maridar con postres ligeros y frutas. La crema catalana es perfecta compañera.
Son propuestas para momentos especiales, y ocasiones en las que la cerveza es la protagonista.
Si quieres disfrutar de tu cata particular:
http://balate.me/
Nil
Color tostado intenso, con bastante menos espuma que la Ter.
El sentido del olfato, se ve aromatizado por cítricos y vapores frutales. En boca aparece un acentuado amargor, tras el que se siguen escondiendo los toques de frecor cítrico.
La marca la presenta como joven y sugerente, evocando nuestra parte más salvaje.
Darro
Intensamente oscura y misteriosa, Balate Darro es una cerveza que se presentaría con una calificación especial, y no apta para todos los públicos.
Con una ligera espuma de color beige se presenta muy singular en nariz, donde aparecen las notas de chocolate y toffe, que también se trasladan a la boca, donde no obstante se mezcla con fruta como la naranja y mandarina y toques herbáceos.
Marida muy bien con guisos de carne como El Rabo de toro, o un estofado de Carrilleras, aunque no sería ninguna locura finalizar a los postres con un buen brownie, tartas o mousse de chocolate.Con esta última cerveza finalizamos la cata de Balate, que han dejado unas sensaciones positivas en el grupo de consumidores que las hemos degustado.